El cortometraje aborda el tema del aislamiento y el miedo que experimentan las personas con enfermedades aún sin diagnóstico claro. Algunas enfermedades raras se presentan inicialmente con síntomas comunes y difíciles de asignar, como por ejemplo en el caso de la porfiria aguda intermitente. Esta enfermedad genética del hígado puede causar dolor abdominal intenso y recurrente, síntomas psicológicos y lesiones nerviosas.
La densa selva tropical en la película simboliza el ambiente amenazante al que las personas se sienten expuestas cuando padecen una enfermedad rara que no puede ser identificada de inmediato. A pesar de esto, la selva es también hermosa y tiene maravillas en sus rincones oscuros. A través de un viaje imaginario, el protagonista de la historia se enfrenta a esta selva profunda, a la enfermedad, y el miedo, como también a la belleza y fuerza interior.

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